Des-construyendo el Universo…o mi impresión sobre lo que “es”.
16 junio, 2006
Mi pareja me bromeaba hoy día diciendo “¿en contra de que vas a escribir esta vez?” Y creo que tiene razón. Parece que soy básicamente un des-constructivista post-moderno…que chic suena esto! Disfruto desmantelando mitos y des-construyendo creencias.
En fin, A veces tengo la sensación de estar básicamente hablando del mismo tema, pero de ir profundizando en diferentes aspectos del mismo. Esto puede hablar de mi precariedad temática o de mi profundidad conceptual… la verdad ni yo lo sé. Quizás un poco de ambas.
Hace años leyendo al Tao te Ching me encontré con el taoismo y una concepción polar del universo que desafiaba la visión aristotélica de este con su concepción dual lineal. El universo no era una unidad lógicamente contenida, sino un constante fluir de polaridades que se extrapolaban en un desarrollo sin fin de oscilación pendular de opuestos. Todo esto regido por los principios perennes del Ying y el Yang. Lo femenino y lo masculino, lo receptivo y lo agresivo, lo positivo y lo negativo (en términos dialécticos). Wow, pensé en ese entonces. Sentía que un universo maravillosamente nuevo y desconocido se abría frente a mí. Y por muchos años fue así. Sin embargo mis experiencias me han llevado a cuestionar esta forma de conceptualizar la vida. Hoy en día no estoy de acuerdo con la visión dialéctica del mundo.
La naturaleza de la vida, el universo, el cosmos me parece ser simultánea, no dual, ni lineal ni pendular. Difiero profundamente del taoísmo en su comprensión Ying- Yang de los fenómenos. La idea del universo compuesto por opuestos complementarios me parece un error de percepción.
Mi experiencia es que la vida está compuesta por niveles simultáneos, no opuestos. Es más parecida a un edificio con muchos pisos que a una moneda con dos caras. La sensación de dualidad es una proyección mental. No hay fenómenos, ni principios masculinos y femeninos. Esto es un invento de la mente humana. Las cosas son…sin características, ni connotaciones asociadas. Todo es… simultáneamente. Es nuestra falta el no poder procesar esta simultaneidad.
El universo es multidimensional. Lo que en un nivel es cierto y adecuado, se vuelve mentira e inadecuado en el siguiente. Ahora, esto es algo con lo cual la mente no puede lidiar, ni entender. La mente es constitutivamente dual… ve polos, opuestos, o en el mejor de los casos complementos, pero no puede abarcar el carácter multidimensional de la existencia. No puede entender que algo ser correcto e incorrecto al mismo tiempo dependiendo del nivel de realidad o consciencia en el cual nos enfoquemos.
Escribiendo sobre esto me recuerdo del tiempo en que fui expulsado de la comunidad en la cual vivía. Esta comunidad estaba compuesta por los miembros del primer taller de terapia que participé. Estuvimos como un año y medio en trabajo y después decidimos irnos a vivir juntos. El terapeuta-líder de esto era una persona carismática, sensitiva y con una inmensa capacidad para ver a los otros, tan inmensa como su incapacidad para verse a sí mismo y sus propias carencias. Finalmente mi expulsión tuvo que ver con mi disentimiento con su manera de manejar la comunidad, sus interrelaciones y sus grupos de terapia.
Al encontrarme fuera sentía una enorme rabia y estaba convencido que su trabajo generaba dependencia en la gente y en algunos aspectos podía ser perjudicial ya que utilizaba el espacio terapéutico como una manera de compensar sus propios rollos no resueltos. Sin embargo, el guevón me había salvado la vida… su trabajo había sido lo más increíble e importante que me había pasado en mi vida. El hombre me había liberado, transformado y ayudado a traerme de vuelta a mi esencia. Todo lo feliz, expandido, consciente y satisfecho que yo era se lo debía a su trabajo.
Por mucho tiempo tuve serios problemas en comprender estas dos visiones, aparentemente opuestas, y mi posición oscilaba de una a la otra.
Hasta que un día comprendí que ambas podían ser correctas, simultáneamente… todo era un asunto del nivel de consciencia en el que yo quisiera enfocarme o apoyar. Esta persona me había liberado y ayudado a ser más feliz “y” además, en otro nivel, había sido un tipo inconsciente de sí mismo y déspota…y en otro nivel este juicio sobre él reflejaba mi conflicto egoico no resuelto; y en otro nivel mi apreciación positiva sobre su ayuda era un reflejo de mi propia configuración de significado respecto de mi experiencia de acuerdo con mi propio universo conceptual y no una descripción de ella etc., etc.
En fin, mi comprensión es que aunque mi mente no pueda procesar ni entender esta simultaneidad, esto no significa que existencialmente no pueda tener una sensación de que me encuentro frente a múltiples niveles de realidad y consciencia…todo el tiempo.
Reconozco que había pensado dejar de escribir un rato en tu blog por miedo a intelectualizar demasiado mi experiencia…. y porque tengo que cuidarme de mi “sobre-exposición”jaaa…Pero por ahora no puedo… jaaa.
Espero además, estar más verbalizando que intelectualizando.
Creo que lo que señalas de los niveles simultáneos en que ocurre todo,
es mucho más representativo que la visión dual de la existencia. Sin embargo es una representación;siento que ni lo dual ni los pisos simultáneos logran describir la experiencia. Aunque lo último se acerca más?….quizás son pisos, quizá es un centro inmóvil donde no hay
ni pisos ni polos… no sé… lo que si es una certeza para mí es que la existencia le ha hecho zancadillas a la visión dual una y otra vez.
Creo que las cosas son y no son a la vez, quizá la vida es “espantosamaravillosa”, o uno es “manipuladorhonesto”, quizá en un mismo nivel… pero en fin, de todos modos siento que la vida es más poética que lógica, se mueve más parecido a un poema que a una teoría…
un poema puede decir “mounstruosa belleza” una teoría no….o quizá puede describirlo pero no produce esa cosa invisible que va más allá de lo mounsturoso y lo bello. Siento que hay un “centro” en uno, no intelectual, que comprende profundamente el lenguaje de la vida. Cuando te echaron de la comunidad, de todas formas captaste lo valioso de la experiencia que significó estar ahí, aunque el weon haya sido un egocéntrico manipulador … (eso me hace acordar de un proverbio zen… “cuando necesitas cruzar el río no te fijas si el bote está mal pintado”.) Perfectamente podrías haberte cerrado a la experiencia entera y haber negado ese conocimiento por que el weon te echó.
Pienso que ahí se da un salto y se comprende desde un nivel distinto
al que estamos acostumbrados. Es más, si lo llevamos al plano de la sanación personal, muchas veces los rollos con alguien, en mi caso,
tiene que ver precisamente con que en el fondo lo amo o quiero que
me pesque, wea que ni la mente ni el ego se atreven a aceptar y uno puede estar pegado ahí por siglos en la intransigencia.
O sea desde ese punto de vista, la sanación no es lógica, la sanación cotota, creo que actúa también desde este nivel no lógico,
multidimensional del que hablas.
Y lo último, volviendo al principio de tu escrito, lo de deconstruir,
quería comentarte que por estos días me he dado cuenta, en mi caso,
que gran parte de mis ansias de deconstruir, tiene/ía que ver con las
rabia con mis padres, el colegio, la sociedad, etc. Me cansé. Quiero crear. No derribar más torres. Si no creo en las torres, voy a construir parques.
Un abrazo y mucho amor.
Cristobal… no dejes de escribir!! que sería de mi blog sin tus comentarios. Respecto de lo multidimensional…lenguaje, solo lenguaje… de algo tengo que escribir. Lo de deconstruir…bueno, no creo que haya rabia a la base… más bien sadismo puro. No se, en realidad es más bien un reflejo de mi propio camino. Al desarmar un sistema… repentinamente soy libre de crear otro o no crear ninguno y ahí me puedo simplemente acostar en el pasto y mirar las nubes pasar. También en alguna parte está mi temor a mi propio constructivismo y su carcel ideológica… y la tendencia de mi mente a crear sistemas de significado que expliquen huevás. En fin… eso.
Ok… claro, tampoco es crear nuevas cárceles, además ya estoy cagado… ya vi el pasto y las nubes…
Un abrazo
Qué sutiles pueden ser las cárceles…quizás no nos damos cuenta que sí las tenemos. Bueno… para mi los últimos tres años han sido salirme de unas y meterme en otras. Me ha sido difícil distinguirlas, tienen tanta sutileza, que parecen no estar ahí. En un taller que hice hace unos meses me di cuenta de la seguridad que me producía lo conocido, por muy desastroso, amargo o limitante que haya sido para mi. Y salir me da tanto miedo, aunque nada terrible me ha pasado.
Quería contar eso. Pensé en esto al leer tu blog y los siguientes comentarios, aunque no sé qué tan atingente sea.
Mi amadísima Fresa. Si, lo conocido es simpre preferible aunque no nos haga feliz. De hecho lo preferimos a la libertad, pues esta nos aterra… me aterra. La mente, mi mente, nuestra mente va ha estar simpre armándose, y también siento es nuestra labor como buscadores el ir desarmándola e ir más y más a lo desconocido.. a lo inconocible. Se de que hablas y yo también tengo miedo. Mucho miedo. Llego más y más a este extraño punto de no saber, no saber y no saber…quizas tiene razón Hakuin de que “no saber” es lo más íntimo, lo más cercano a lo que es. bueno ni siquiera esto sé si es así… pero no tengo opción, no me puedo contar cuentos respecto de esto. En realidad nada parece tener ningún significado diferente que el que mi mente y sus cárceles sutiles y no tanto le dan a todo.
te adoro
vik