Sobre la fe como barrera para el crecimiento
6 octubre, 2006
Hace algunas semanas me pidieron de la revista Uno Mismo que escribiera algo para un Dossier que iban a sacar sobre la fe. A pesar de responderles que no era la persona adecuada para ese tipo de tema, recibieron mi artículo con gusto.
Últimamente he pensado que para muchas personas la espiritualidad es creer en huevadas fuera de su experiencia directa. Bueno la fe es el puente a través del cual esto ocurre y…bueno esta es mi opinión sobre la última.
Recuerdo haber leído hace un tiempo un largo artículo escrito por monseñor Medina, ex obispo de Valparaíso, actualmente radicado en roma, donde indicaba que a la base de la mayoría de los males modernos de nuestra sociedad estaba el hecho de que la gente había perdido la fe.
Había dejado de creer. Según su reflexión la fe era la única puerta de salida al nihilismo existente y la generalizada falta de esperanza. Él hablaba de una vuelta a los valores tradicionales y un volver a posesionar a la fe en el centro de nuestras vidas.
Al leer su artículo recuerdo haber pensado ¿Por qué? ¿Que nos ha aportado la fe, como fenómeno psicológico, a los seres humanos? ¿Cuál es el gran valor de ella? ¿Por qué necesita ser defendida? ¿Por que se perdió?
Mi entendimiento es que la fe se ha ido perdiendo porque los seres humanos, desde el renacimiento hasta nuestros días, nos hemos ido consistentemente deshaciendo de formas de comprender el mundo que nos rodea que no calzan con nuestra experiencia directa. La ciencia se ha encargado de ir develando los misterios de la vida y de esta manera creando el contexto para que podamos pensar y descubrir nuestro alrededor por nosotros mismos.
Y creo que este es el punto central: La fe es simplemente un pobre substituto de la experiencia. Yo necesito la fe porque en realidad no sé. La fe me permite “hacer como si” supiera. La fe es una cubierta sobre mi ignorancia. Nadie se pregunta ¿Tienes fe en las rosas? No hay ninguna necesidad. Si puedes ver, la rosa está ahí o no. Sólo las ficciones necesitan fe, no los hechos. La fe es confortable, conveniente, me adormece. No necesito averiguar las cosas por mi mismo, sólo necesito tener fe. La fe existe únicamente porque no me he tomado la molestia de descubrir el mundo en el cual habito y he decidido adoptar “en un acto de fe” las ideas y creencias de otros.
Las religiones organizadas han sido las instituciones que más han insistido y lucrado con el fenómeno de la fe. De hecho todo su negocio depende de ella. Si la gente no tiene fe en cosas que no ven, no sienten y no pueden experimentar, no hay ninguna manera de sostener el negocio. Como decía osho: “Sólo los ciegos creen en la luz. Los que tienen ojos no creen en ella, simplemente la ven”.
La religión nos dijo que la fe mueve montañas. Sin embargo las montañas nunca se movieron, y nunca se moverán…las montañas no se mueven, punto. Y si lo hacen toman millones de años.
Estamos profundamente condicionados a tener una valoración positiva de la fe y, de hecho, suponemos que ella cumple una función importante en la psicología humana. Pero, ¿Que función? Fe significa creer en algo que no pertenece a mi experiencia, de otra manera no sería un acto de fe, sería mi propia experiencia directa y por lo tanto no necesito creer en ello. La fe ha sido el truco psicológico a través del cual se nos ha esclavizado a seguir personas e instituciones que teóricamente sabían por nosotros lo que era verdad y adecuado para los seres humanos. La fe en Hitler llevó a los alemanes a cometer los más atroces crímenes contra la humanidad. La fe en cristo llevó a los cruzados a masacrar a los habitantes del medio oriente en la edad media. Actualmente la fe en Alá tiene a medio planeta en guerra. Y como si eso fuera poco, la fe en otra vida mejor tiene a la mitad de la población mundial soportando una vida miserable, económica y espiritualmente.
Monseñor Medina decía que el hombre ha perdido la fe. Como diciendo que ha perdido sus ganas de vivir. Y creo que este es otro punto importante de abordar. La fe no solo como una creencia, sino como una esperanza de un futuro mejor para mí y los otros seres vivos. La fe que mañana será mejor que hoy día. Pocas personas estarían en desacuerdo con el aporte que este tipo de fe puede tener en el ser humano. Sin embargo, pienso que incluso en este caso la fe es un truco psicológico que no nos permite desarrollarnos plenamente.
Por dos siglos la iglesia católica le ha dicho a los pobres de nuestro planeta que “tengan fe que suyo será el reino de los cielos. Que si no es en esta vida, en la próxima, el futuro será mejor. Tengan fe que las cosas se arreglarán. Mantengan viva esa flama.”
La fe en algo futuro que me arreglará las circunstancias actuales ha mantenido a las personas corriendo detrás de una zanahoria colgando frente a su cara, cual caballo, no permitiéndoles crear aquí y ahora lo que necesitan para su bienestar. No creo que necesitemos tener fe en un mañana mejor. Creo que necesitamos perder la esperanza totalmente en que algo va a hacer la pega por nosotros. Pienso que es necesario llegar a ese punto donde la desesperanza es absoluta, pues sólo ahí se encuentra la posibilidad de levantarnos de nuestro aletargamiento y dedicarnos a crear, ahora, lo que necesitemos para ser felices. Y es probable que este mañana mejor aparezca desde nuestro presente, donde estén puestos nuestros esfuerzos y potencialidades. En este contexto, la fe ha sido una maldición y ha sido explotada por tanto las cúpulas religiosas como políticas. “Ten fe buen hombre, mañana si que si” nos han dicho hasta el cansancio.
Me parece que la necesidad de tener fe no es innata al ser humano. La fe es un invento cultural alentado por las propias carencias de todo tipo, tanto económicas como afectivas o espirituales, y la negativa personal a enfrentarlas y cambiar. Es la proyección de mis expectativas y el firme deseo de que el universo las cumpla. Desafortunadamente la existencia no me debe nada, así que no tiene ninguna obligación de satisfacerlas.
“No perdáis la fe” se nos ha dicho. Como si el hacerlo fuera sinónimo de caer en una visón pesimista de las cosas. Mi comprensión es que es la fe misma la que no nos permite hacer los cambios ahora para sentirnos satisfechos por nuestra vida. La fe nos deja esperando por algo mejor.
Para terminar me gustaría referirme a un fenómeno que ha sido equiparado con la fe, pero que en mi entendimiento no es un sinónimo: la confianza. Y me gustaría hacer una distinción semántica entre ambas. La fe es distinta de la confianza. La fe es ciega, es creer en algo para lo cual no tengo pruebas, ni experiencia personal que lo apoye. La fe es el cliché donde se puede esconder mi pacatería ideológica y me necesidad de consuelo cuando no me siento en control.
La confianza es una actitud interna de relajación y apertura existencial. Confianza no significa que yo espero que el universo funcione como quiero, por el contrario, es la convicción de que cómo sea que funcione, lo ocuparé como una oportunidad para mi desarrollo y actualización.
Suponemos que sólo hay dos alternativas al enfrentarnos a un fenómeno: la fe o la duda. Pero lo cierto es que existe una tercera alternativa.
La confianza. Esta es una apertura a la experiencia, un dejarse ir en lo que es. La confianza es la respuesta a la duda defensiva y automática y a la fe compulsiva. Esta confianza se construye a través de la experiencia. Si confío en algo es por que yo mismo he descubierto el funcionamiento de ese algo y a través de esta experiencia conozco sus límites y potencialidades
Dentro de este contexto, mi fe me muestra que no confío en la vida. De hecho la fe oculta mi básica desconfianza existencial y por lo tanto mi falta de experiencia vital.
Volviendo a la pregunta original: ¿Hemos perdido la fe? Me parece que si, y en hora buena, pues ahora podemos comenzar a crear nuestra vida desde este momento y lo que existe aquí y ahora, permitiéndonos comenzar a explorar y experimentar de qué se trata este fenómeno de estar vivo. No necesitamos de la fe como pilar de nuestro experienciar si tenemos el maravilloso potencial de averiguar las cosas por nosotros mismos.
Hola Vikrant, absolutamente de acuerdo con que la fe es un tremendo obstáculo para hacerce cargo del propio bienestar aquí y ahora… es una especie de sedante. Sí creo que puede haber otra dimensión dentro del concepto fe, que va más allá de la creencia, del puro creer en un futuro mejor. Siento a veces una profunda confianza en la existencia, más allá de circunstancias del momento, que no tiene que ver con la zanahoria de la que hablas…. quizá confianza y fe
son absolutamente distintas?….. Un abrazo.
Estimado su blog me parece una ventana a experimentar y compartir sobre las cosas que realmente importan en la vida que somos nosotros mismos, nuestro espacio, nuestro mundo y nuestro crecimiento interno, me dí el tiempo de leer varios artículos que has escrito y realmente es un aporte para personas como yo, que no pertenezco a nada, que no estoy arraigado a nada, que me considero un ciudadano del mundo, y que a veces extraña su país, su espacio, su vida porque voy creando nuevas experiencias constántemente. Me he pasado 37 años de mi vida corriendo de un lado para otro, escapando de muchos lugares y experiencias y me ha costado mantener algo, quizás sea mi pesar no hacerlo pero es extraño, a veces trato de construir cosas pero siempre hay algo en mi interior que me dice “CAMBIA” y lo hago, no se si será bueno o malo pero cuando ves pasar el tiempo de esta forma se ve todo extraño, es como si el tiempo pasara a un millón por segundo y que has hecho tantas cosas como nada. He tratado de acercarme a ciertas filosofías de vida, dentro de ellas he leido algunas cosas de OSHO, he tratado de comprender sus mensajes y su vida, he tratado de comprender o experimentar con gente que lo considera su maestro, como también esa contánte búsqueda interior de tranquilidad y de sabiduría, y asociándo tu nota hasta he llegado a perder la FE. vuelvo a la palabra EXTRAÑO ya que solo tengo claro que las cosas solo dependen de uno mismo y de canalizar esa fuerza interior que todos tenemos hacia un camino que debería ser lógico.
Difícil o no, no sabes como me gustaría que esta energía de personas como tu existiera en general y se masificara como una “PESTE POSITIVA” en la que todos actuáramos de la mejor forma y fuésemos cada día más REALES.
bueno te felicito, yo sigo mi camino viajando por el mundo y experimentando nuevas cosas, la otra semana me iré con unos shamanes a la selva ecuatoriana y te contaré acerca de esta experiencia.
Saludos
roberto
Estás demasiado influenciado por el maestro, amigo. Hasta las mismas frases…
Bratayan. Si, no puedo desconocer la influencia de Osho. Sería un mal agradecido: Sin embargo la comprensión es mi experiencia. La verdad me da un poco de verguenza. Entre 1988 y 1997 leí más de 250 libros de Osho. Eso sin contar los que utilicé como referncia para mi último libro. Soy consciente que verbalmente Osho ayudó a crear el marco conceptual expresivo que utilizo para explicar mis puntos de vista. A veces re-leo a Osho y observo la gran influencia que que su forma de conceptualizar ha tenido en mí. Debo reconocer que muchas veces no soy consciente de ello. Es como si estubiera integrado a un nivel mucho más inconsciente de lo que ha veces me atrevo a admitir. Gracias por hacerme ver esto… aunque no creo que tenga mucho remedio. Sobre todo sai hablo de temas a los que él se refería con frecuencia.
A pesar de todo esto, debo decir que nunca he escrito sobre algo que no sea mi experiencia directa…aún si el maco conceptual verbal pueda estar influenciado por Osho.
Un abrazo
vik
Cristobal…como siempre gracias por ser un incondicional del blog. Roberto…yo tampoco siento que pertenezca a nada. Mi ser discípulo de Osho es un affair íntimo entre el y yo…no la pertenencia a ningún grupo.
Un abrazo
a los dos
vik
Es normal, a mí también me ocurre. Gracias por darte el tiempo de responder. Saludos amigo.
comparto tu enfoque, completamente de acuerdo con hacerse cargo…. y con ke la religion ha sido un opio
pero! (esta vez discrepo) no sabria como llamarle a eso ke representa algunas de mis creencias a lo cual denomino fe… tu dices confianza, kizas sea un tema de semantica.
Una vez alguien me dijo la fe es la certeza de lo ke no se sabe ni se ve, varias de mis creencias se ajustan a esta definicion, la justicia (ley de equilibrio), la existencia de mi padre (fallecido), atribuciones a mis gatas, mis intuiciones, por nombrarte algunas
no creo ke mi fe tenga ke ver con ke no me hago cargo de lo ke me corresponde, mas bien tiene ke ver con ke existen aspectos de la realidad ke no son posibles de averiguar por mi misma, entonces aparece esta certeza, ¿ficcion?mmm
Vivigreen. No me siento facultado para hacer afirmaciones sobre los procesos y visiones de otro…sobre todo si nos los conozco personalmente. Sin embargo puedo decirte mi visión sobre lo que dices, pero es sólo eso, mi opinión. Hay cosas que no puedo probar, pero que son mi experiencia directa. Como el amor, o la energía de vida, o la meditación. Cualquier creencia que yo tenga que no corresponda a mi experiencia directa inmediatamente la cuestiono. Incluso si tengo “Una intuición”, ya que muchas veces lo que yo llamo intuición es simplemente una experiencia emocional creada por mi sistema de creencias o mi necesidad de que las cosas sean de alguna manera. Mi mente es un poderoso mecanismo capaz de engañarme infinitamente. No digo que sea tu caso. Pero desde mi perspectiva sólo lo que yo se, lo se. Lo demas pueden ser fantasías de mi mente. Cuando dices “Ficción?”. No lo sé, es muy posible. Lo importante es revisar siempre las propias motivaciones detrás de lo que yo digo creer. El sentir que tu padre está vivo corresponde en algún nivel a una experiencia o es una proyección de TU necesidad de que esté vivo? Este creo es el punto crucial que distingue a un buscador espiritual de un Creyente. Yo me considero un buscador espiritual, pero estoy todo el tiempo observando y cuestionando mis propias conclusiones respecto del funcionamiento del universo… No me creo nada.
un abrazo
vik
entiendo bastante a vikrant cuando habla de la fe y de OSHO,yo tambien he leido mucho al maestro y el siempre va a resaltar la fe en uno mismo,la fe para mi es como la espiritualidad;intima;yo no puedo hablarte de mi fe,ni tampoco de mi espiritualidad,no existen las palabras para hablar de ellas,porque las que usemos son muy pequeños ante toda nuestra existencia en el aqui y ahora.Vikrant todo lo que tu escribes no es que tu imites a Osho,sino que la energia de el esta en tu vida como en la mia y en la persona que quiera ir mas alla de los patrones establecidos de las polaridades,adelante vikrant ,esa es la energia del maestro en ti.
un beso grande,lei el reportaje en la revista y eres ademas guapissimo.
Carolina…gracias.
Que refrescante lo que escribiste. Me pasó que comence a crecer desde el momento que perdí el miedo a no tener fe. Parece contradictorio pero no podía creer en la religión que me educaron y en ninguna otra, pero el miedo a revelarme me tenía con miedo. Ahora perdí el miedo y vivo desde lo empírico, desde lo que hace sentido a mi vida, creencia que puedo cambiar en cualquier momento porque estoy abierta a analizar e internalizar lo que se me presente en el día a día. Me siento absolutamente interpretada por lo que escribiste. Gracias